mercredi, janvier 06, 2010

Día 5: Arequipa, Arequipa, Perú


Enero 3, 2010

Ay Arequipa, cómo te quiero.

Al quinto día en Arequipa se hizo el convento - bueno, en realidad se hizo a los 40 años de fundada la ciudad pero yo la pude visitar al quinto día de mi llegada a Arequipa. El Convento de Santa Catalina de Siena se construyó en 1579 y es un gran edificio hecho de sillar, la piedra volcánica blanca local. Desde el primer paso en el interior uno siente la presencia de su arquitectura - de muros anchos, colores vivos y claustros preciosos. Es increíble pensar que estas monjas no tenían contacto con el mundo exterior; vivían completamente aisladas de la ciudad y de sus familias.

Algo peculiar en mi visita al convento fue lo cargada que sentí la enfermería, esa celda no es tan amigable; la fuerza era palpable - lo increíble es que soporté estar ahí solo un buen rato.

Después del convento fui con Georg a comprar pollo, sí, pollo - lo sé, qué burdo almuerzo de despedida pero era lo que se nos antojaba en el momento. Comimos enb la terraza del Scandinavia, mirando el convento, el Misti y el Pichu Pichu.

Y para seguir hablando de comida, la cena fue unos anticuchitos nombrados como los mejores de Arequipa; así es, los mejores. Si los quierne probar tienen que ir al Puente Grau, del lado de Los Sauces - yo los recomiendo.

Ay Arequipa, me conquistate por completo. El Colca, cóndores, llamas, alpacas, vicuñas, nieve, arquitectura, mate de coca, de todo.

Hasta luego Arequipa.


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