Enero 14, 2010
El día del salar llegó.
A las 9h30 supuestamente comenzaba la aventura uyuní pero por alguna razón empezó a las 10h30. Mi grupo de salar está formado por 4 brasileños y 1 española: Magno, Flavio, Bruna, Daniel e Itchi. Tuve mucha suerte con este grupo; todos unos personajes. Aunque de todos, Magno se lleva el premio de figura mochilera.
El tour tuvo su primera parada en el cementerio de trenes, una vista rápida a lo que dejó un mejor época en Potosí. Luego paramos unos momentos en Colchani - justo antes de entrar al salar. En este pueblo no hay mucho que ver, el atractivo que tiene es que es una comunidad dedicada al procesamiento de sal; lo que sí hice en Colchani fue comprar un gorrito - esta vez rojo - y unas pelotitas para hacer malabares - las cuales quizá se las dé a mi hermano.
Al rato por fin entramos al salar. Espectacular. Es increíble toda esa blancura rodeada por montañas. Es un paraíso de sal. Muy especial.
Dentro del salar, nos dirigimos a la Isla Incahuasi, oficialmente conocida como la Isla del Pescado y extra-oficialmente conocida como la Isla del Falo. Desde ahí las vistas hacia el salar eran aún mejores. Este lugar es mágico; Bolivia tiene una muy buena maravilla natural, más que buena, extraordinaria. Este 2010 ha empezado muy bien.
Almorzamos al lado de la isla. Otra vez comí alpaca; debo decir que sabe mejor con mostaza. Después de la comida fuimos a nuestro hotel de sal, sí, de sal; todo de sal: ladrillos, mortero, suelo, camas, sillas, mesas, todo.
Con una sesión rápida y divertida de fotos, junto a Flavio e Itchi, y unos cachorros que no nos dejaban tranquilos, nuestras primeras horas en Puerto Chuvica fueron divertidas.
Ya después de la cena pudimos hablar más los 6 - obvio con un vinito - y me enseñaron unas cuantas palabrasen portugués. Con quien me entiendo mucho es con Magno. Me contó que cuando tenía mi edad también viajó solo por Bolivia y que entendía por qué yo lo estaba haciendo ahora. Esto es precisamente lo que me agrada de estas experiencias, que en algún momento conoces a gente muy interesante.
Un día feliz en Uyuni.
Reflexión del día (frase de Magno Silvestri):
Seco como Uyuni e molhado como a Amazônia.
Seco como Uyuni y húmedo como la Amazonía.
El día del salar llegó.
A las 9h30 supuestamente comenzaba la aventura uyuní pero por alguna razón empezó a las 10h30. Mi grupo de salar está formado por 4 brasileños y 1 española: Magno, Flavio, Bruna, Daniel e Itchi. Tuve mucha suerte con este grupo; todos unos personajes. Aunque de todos, Magno se lleva el premio de figura mochilera.
El tour tuvo su primera parada en el cementerio de trenes, una vista rápida a lo que dejó un mejor época en Potosí. Luego paramos unos momentos en Colchani - justo antes de entrar al salar. En este pueblo no hay mucho que ver, el atractivo que tiene es que es una comunidad dedicada al procesamiento de sal; lo que sí hice en Colchani fue comprar un gorrito - esta vez rojo - y unas pelotitas para hacer malabares - las cuales quizá se las dé a mi hermano.
Al rato por fin entramos al salar. Espectacular. Es increíble toda esa blancura rodeada por montañas. Es un paraíso de sal. Muy especial.
Dentro del salar, nos dirigimos a la Isla Incahuasi, oficialmente conocida como la Isla del Pescado y extra-oficialmente conocida como la Isla del Falo. Desde ahí las vistas hacia el salar eran aún mejores. Este lugar es mágico; Bolivia tiene una muy buena maravilla natural, más que buena, extraordinaria. Este 2010 ha empezado muy bien.
Almorzamos al lado de la isla. Otra vez comí alpaca; debo decir que sabe mejor con mostaza. Después de la comida fuimos a nuestro hotel de sal, sí, de sal; todo de sal: ladrillos, mortero, suelo, camas, sillas, mesas, todo.
Con una sesión rápida y divertida de fotos, junto a Flavio e Itchi, y unos cachorros que no nos dejaban tranquilos, nuestras primeras horas en Puerto Chuvica fueron divertidas.
Ya después de la cena pudimos hablar más los 6 - obvio con un vinito - y me enseñaron unas cuantas palabrasen portugués. Con quien me entiendo mucho es con Magno. Me contó que cuando tenía mi edad también viajó solo por Bolivia y que entendía por qué yo lo estaba haciendo ahora. Esto es precisamente lo que me agrada de estas experiencias, que en algún momento conoces a gente muy interesante.
Un día feliz en Uyuni.
Reflexión del día (frase de Magno Silvestri):
Seco como Uyuni e molhado como a Amazônia.
Seco como Uyuni y húmedo como la Amazonía.
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