mercredi, avril 21, 2010

Un mes

Hace ya casi un mes que no escribía; un poco de falta de inspiración, un poco de confusión, un poco de hueva y también un poco de inestabilidad - esta última como resultado del mochileo incesante, del cual no me quejo, para nada, pero puede crear esa sensación.

En un mes pasó mucho. Fui a Bruselas, conocí la escuela, la ciudad, el clima, la gente; cinco días fueron casi suficiente para tener una opinión de aquella ciudad tan rara, extraordinaria, e incluso diría paradójica. Luego llegaron los reencuentros, con Gino y Andreas, y también vinieron los encuentros con Andre y Martin. Fueron unas dos semanas bastante rápidas mas siempre interesantes, cautivadoras y sobretodo extenuantes - el frío no es mi mejor amigo ¡quién lo diría!

Ya luego ahondaré en los tiempos europeos, tengo que hacerlo, pero por ahora es cuestión de resumir casi unos treinta días de nuevas experiencias, y además tengo sueño. Hoy fue un día duro en el despacho.

¿Qué despacho? Pues inmediatamente después de pasar por el viejo continente regresé a México DF, Chilangolandia. Es que esta ciudad tiene una suerte de imán, es imposible no querer volver a pisarla. Y bueno, regresé al despacho de Alejandro Cabeza; comencé a trabajar el miércoles pasado oficialmente, ya llevo dos semanas aquí y la fecha de partida aún es un misterio para mí. ¿Qué me depara el futuro? Realmente quisiera saberlo ahora pero parece imposible. Tengo que esperar - muy a regañadientes.

Tengo mucho que decir pero será en el próximo post, por ahora descansaré un poco y con suerte pronto tendré el tiempo necesario para escribir tranquilamente.


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